Aquellos que nos dedicamos a la traducción, sabemos que hay trabajos fáciles y trabajos difíciles. Esa calificación depende más que nada de nuestro campo de experiencia (para algunos un manual de una soldadora es sencillo mientras que para otros puede ser la peor pesadilla, que requiere horas y horas de investigación).
Sin embargo, la mayoría de los traductores encuentran un verdadero desafío a la hora de traducir y localizar diálogos, sobre todo los que contienen altas dosis de slang (argot, jerga o como quieran llamarlo). Pixar lanzó este mes la película “Cars 2” en 44 idiomas diferentes, y todos los países se enfrentaron a la misma tarea titánica de encontrar el tono exacto para que el personaje de la grúa Mate sonara igual de simplón y poco culto para las audiencias locales.
Con la moda de lanzamientos simultáneos de películas en todo el mundo, esta tarea del doblaje y subtitulado se hace cada vez más específica y, por la escasez de tiempo y el poco margen de error posible, se encomienda a equipos especializados como Spanish Post Production , una división de Trusted Translations.
Entre las tareas de traducción multimedia que realizan están:
Subtitulado: El contenido hablado o escrito se traduce y coloca en líneas que aparecen en la pantalla. Se requiere un proceso meticuloso y altamente técnico para garantizar que el público pueda entender cada escena y por ello debe estar perfectamente sincronizado.
Doblaje: La traducción del contenido oral se sustituye al original, también en forma oral. Esto requiere no sólo de precisión y sincronización, sino también de un trabajo sobre el texto, para que los tiempos coincidan (como en el caso de la voz en off) o las palabras se aproximen al movimiento que hace el actor o hablante con la boca (sincronización de labios). El doblaje sigue siendo la opción preferida para los públicos infantiles o aquellos con menor nivel de educación general, y para muchos también reproduce mejor la experiencia original.
“Hay que ser muy obsesivo con esto”, dice Sandra Willard, quien pasó los últimos 30 años dedicándose a escribir informes detallados para ayudar a traductores y demás personas involucradas a hacer su trabajo. Ella afirma que, además, hay que estar al corriente de la moda y la cultura pop para que el trabajo de traducción resulte preciso y tenga sentido.
También hay que abandonar la idea de que el español es igual para todos. Cuando se hizo la traducción de “A Bug’s Life”, fue “Bichos” para casi todos, excepto para Puerto Rico donde la palabra significa, en la jerga local, una parte de la anatomía masculina.
Elena Barciae lleva 25 años en esta rama específica de la traducción y dice: “Los buenos traductores son, en realidad, escritores que aman trabajar con los idiomas.” Y agrega que, para hacer subtitulados, “también tienes que amar las películas, porque vas a tener que ver muchas, una y otra vez.”
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