En general cuando recibimos un proyecto de traducción el cliente nos pide que entreguemos un espejo traducido del documento original, esto incluye mantener el formato, el diseño y también la traducción de las imágenes que contienen texto.
Traducir las imágenes puede ser muy sencillo o muy complicado, dependiendo de la organización del PM.
Existen varias formas de abordar esta tarea según la cantidad de las imágenes y de la longitud del proyecto. Si en la imagen aparecen muchas palabras u oraciones cortas por todas partes lo conveniente es imprimir un PDF remarcar las imágenes de alguna forma y mandarlas a traducir y a editar con notitas. Entonces cada oración tendrá su notita encima con la traducción (Esto facilitará el trabajo del diseñador ya que le va a ser fácil reconocer cuál es la traducción de cada cosa, sepamos que no siempre los diseñadores saben los idiomas con los que están trabajando). Pero, para llevar a cabo esta tarea es conveniente proveer al traductor con la memoria que se usó para traducir el resto del documento, de esta forma lograremos que la traducción de las imágenes sea consistente con el resto del proyecto.
Por otro lado, si las imágenes de un proyecto contienen mucho texto y este texto se encuentra más organizado, ya sea en columnas, tablas, etc., lo conveniente es realizar en un archivo de texto editable en dos columnas y en la primer columna volcar el texto del idioma origen y la otra columna vacía para que el traductor complete con la traducción. Lo buena de esta segunda opción es que, al ser un documento de texto editable, podría ser tratada con una herramienta de traducción y así nos aseguramos consistencia. Esta forma también hace que sea muy fácil para el diseñador reconocer la traducción de cada parte del texto.
No importa qué metodología utilicemos para traducir las imágenes, pero sí importa que el resultado sea consistente con el resto del documento y por supuesto que quede bien a la vista.
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