Son muchos quienes dudan a la hora de escribir dos formas verbales diferentes: haya y halla. No hay necesidad. Lo vamos a ver enseguida.
La primera pertenece al verbo haber. Es, con diferencia, la más frecuente y, por tanto, la que más interesa solucionar. Lo bueno es que hay un sencillo truco que nos sirve para despachar el problema:
Truco: Haya con i griega se sustituye por pueda haber
Lo podemos comprobar con este par de ejemplos, donde nos viene como anillo al dedo:
(1a) El Vaticano descarta que haya un cardenal implicado en el escándalo de las filtraciones [Europa Press (España), acceso: 10-6-2012]
(1b) El Vaticano descarta que pueda haber un cardenal implicado en el escándalo de las filtraciones
De lo que se trata es de que encaje, aunque a veces quede un pelín rebuscado (2a,b) o puedan cambiar matices del sentido (3a,b):
(2a) Tal vez haya habido miedo a perder [El Litoral (Argentina), acceso: 10-6-2012]
(2b) Tal vez pueda haber habido miedo a perder
(3a) Carlos Fabra ve una “barbaridad” que no se haya resuelto su causa [Europa Press (España), acceso: 10-6-2012]
(3b) Carlos Fabra ve una “barbaridad” que no se pueda haber resuelto su causa
Podemos quedarnos con esta fórmula como ayuda para la memoria:
Donde pueda haber,
haya i griega
haya i griega
O sea, que donde encaje pueda haber, el haya de marras será con i griega.
El otro caso lo tienes solucionado por eliminación. Halla con elle es del verbohallar, que es un sinónimo de encontrar. Si aplicamos el truco anterior, solo nos salen disparates:
(5a) Halla muerto a su hermano en Saltillo [Vanguardia (México), acceso: 11-6-2012]
(5b) Pueda haber muerto a su hermano en Saltillo
Pues ya está: solo puede ser con elle.
Mucho menos acuciante es el problema del árbol llamado haya, pero tampoco está de más dejarlo solucionado. Para esto se me ocurre una sencilla mnemotecnia:
Bosque con hayas, bosque sin elles
La confusión ortográfica entre haya y halla viene porque en la mayor parte del ámbito hispanohablante la pronunciación de las grafías ll e y ha confluido. Es un fenómeno que se conoce como yeísmo y que ya está integrado en la norma del español. Es igualmente correcto distinguir la pronunciación de una y otra o no hacerlo. No es una opción personal, tiene que ver simplemente con dónde hemos aprendido a hablar.
Si me he decidido a escribir este artículo es porque las explicaciones que circulan en manuales de ortografía y en Internet no me satisfacen. Proporcionan muchos datos de todo tipo, pero no hay forma de que permitan a alguien decidir rápidamente cuál es la grafía correcta. Por eso me interesaba encontrar una fórmula operativa.
Lo importante es que haya un truco. O que lo pueda haber.
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